Frente a la violencia Accionemos no reaccionemos
- P.S. Fabio Trujillo

- 18 nov 2015
- 2 Min. de lectura
Accionemos desde el Alma y el corazón. Cuidémonos en este tiempo de dolor, enojo, tristeza y profunda desilusión por los acontecimientos de violencia y radicalismo que estamos experimentando de reaccionar llevados por los instintos y enajenados por la rabia.
La acción consciente, tiende a Ser sana, la reacción instintiva y primaria por seguro es dañina y lo que hace es continuar con el ciclo del sufrimiento la violencia y el rencor. Cuando reaccionamos entregamos el poder personal de la consciencia y permitimos ser condicionados por otros, nos convertimos en esclavos y el otro sabe como movernos las fichas, sin darnos cuenta caemos en lo mismo de lo cual nos quejamos y rechazamos.
Es tiempo de aprender a manejar nuestras emociones y elegir sabiamente nuestras acciones. No es tarea fácil, y aun así es necesaria si en verdad no queremos caer en el circulo de la violencia y la destrucción.
Aprovechemos este tiempo para hacer lo que nos corresponde en la recuperación de nuestra libertad interior, tan necesaria para accionar conscientemente en medio del conflicto externo. Como seres conscientes y libres sabremos elegir nuestras emociones y acciones, sabremos enfrentar las situaciones para el aprendizaje, y lo mejor aun sabremos como actuar para sanar en lo personal y en lo colectivo.
Lo que esta ocurriendo nos llama a replantear el estilo de vida colectivo en los ámbitos religiosas, económicos políticos y culturales. La tarea comienza en cada uno y se une a los otros que estamos dispuestos a hacerla. Empecemos por no permitir que en nuestro corazón germine el odio y los sentimientos de venganza. Continuemos con acciones concretas como las de hacer parte activa de grupos asociaciones y comunidades que estén empeñadas en la construcción de la civilización del amor. Pongamos atención a nuestras reacciones instintivas y a la forma como nos dejamos arrastrar hacia la enajenación del ser por los modelos externos y los condicionamientos ancestrales de la incultura de la violencia.








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